Las chicas Albiazules hicieron todos los méritos necesarios para quedarse con la permanencia pero se encontraron con una arquera de jerarquía que fue clave en la serie. Tras el empate 2-2 en la ida, fue derrota 3-2 en la vuelta, a pocos segundos del final, luego de una sexta falta dudosa.

Todo fue muy desprolijo en Morón desde el comienzo. En primer lugar se dio la tardanza de uno de los árbitros. Y luego, un hecho insólito: los jueces adjudicaban que Morón tenía ventaja deportiva y en caso de empate mantenían la categoría, cuando el reglamento estipulaba que si había igualdad se debía jugar alargue y, si persistía, penales. Por su lado, los delegados de Morón incitaban a jugar con la cuestión antirreglamentaria. Dicha situación, hasta que la terna corroboró las reglas con AFA mediante llamado telefónico, demoró el inicio más de 20 minutos.

Después de una larga espera, arrancó el partido y Gimnasia salió decidido a quedarse con el resultado. Gurracino y Rodríguez fueron las mayores generadoras de peligro pero se les hizo imposible convertir ante la figura de la arquera de Morón, que despejó cada aproximación albiazul. Por su parte, las Gallitas fueron efectivas, al igual que en la ida, y consiguieron dos goles de ventaja sin mostrar demasiado en ataque.

Sumado a eso, la labor de los árbitros fue cayendo sobre Gimnasia. Mientras el cronomestrista, dejaba correr el reloj de dos a tres segundos cada vez que la pelota terminaba afuera, los de campo, con Rodrigo Vergara a la cabeza, manejaban un criterio desigual a la hora de juzgar a ambos equipos.

En la segunda etapa, todo fue muy similar. El conjunto dirigido por Palahy fue claramente superior y dominador de las acciones de juego, encontrándose con la respuesta de la golera Debora Erra. Sin embargo, cuando parecía imposible conseguir el descuento, las Guerreras aprovecharon un tiro libre que terminó desviando Rodríguez para poner el 2-1. Y un minuto después, más precisamente a los diecisiete, Guarracino apareció para empujarla en la línea para establecer el 2-2.

El Mens Sana siguió atacando pese a contabilizar cinco faltas, contra una de Morón, y estuvo muy cerca de llegar a la ventaja. Pero, a falta de nueve segundos, el árbitro más lejos de la jugada decidió cobrar una falta dudosa para el local y determinar la ejecución de un tiro libre sin barrera. Allí, la jugadora del Gallito no falló y consiguió el tanto que le dio el triunfo y la permanencia en la categoría.

En ambos encuentros de la serie, Gimnasia fue mucho más que Morón pero se encontró con Debora Erra en el arco, quien fue decisiva en la definición. Nada que reprocharse para las Guerreras que mostraron un crecimiento impresionante durante su primera experiencia en la disciplina.

Nota: Gonzalo Velazco – Colaborador.

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