Como ya es costumbre cada final de enero, la Colonia de Vacaciones tiene la jornada más esperada donde los colonos más grandes pasan la noche en el Club, a modo de despedida del primer mes de la temporada.
En esta oportunidad, los chicos comenzaron la tarde realizando competencias inspiradas en los Juegos Olímpicos donde practicaron diferentes disciplinas en representación de diversas naciones que eligieron.
Una vez finalizado el gran juego se dispusieron, con ayuda del staff de profesores, al armado de carpas y la zona donde posteriormente iban a dormir. Los más chiquitos, mientras tanto, recibieron una visita muy especial y disfrutaron jugando con su amigo el Lobo.
La cena fue un gran momento común y los jardines del Estadio Juan Carmelo Zerillo fueron el punto de encuentro para compartir entre todos los presentes. Tras la misma, llegó el momento más esperado, un gran fogón aguardaba para bailar y cantar a su alrededor.
De esta manera pasó un nuevo campamento de la Colonia de Vacaciones, un momento único que fortalece y estrecha el vínculo de los más pequeños con el Club y nuestro Bosque.
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