El ushuaianse – que había logrado dos ascensos -, retornó a la Institución a principios de abril para encaminar el rumbo de un comienzo difícil: en las primeras tres fecha, el Lobo había logrado dos puntos sobre nueve posibles y se encontraba en la parte baja de la tabla. Sin embargo, a partir de su llegada, el equipo comenzó a recuperar esa identidad que tanto lo caracterizó en el ascenso argentino y fue escalando posiciones al punto de finalizar en el quinto lugar en el regreso a la Primera División.

El Mens Sana se convirtió en un rival de temer a partir de a su buen juego pero también de su entrega dentro del 40×20. La construcción y solidez del grupo fue el punto clave de un equipo que transmitió que siempre se lucha hasta el final.

Si antes el hecho de decir Mariano Maida era hablar del Futsal de Gimnasia, hoy lo hace aún más. En este club, su casa, logró dos ascensos como DT (de la D a la B), uno más como coordinador y volvió cuando la disciplina lo necesitó en la Primera División para realizar una campaña histórica. Sin dudas, de un lado y del otro, se construyó un amor inclaudicable a base de trabajo, compromiso y pertenencia.