Oriunda de Pinamar y con un amor inquebrantable por el Club pese a la distancia, la mediocampista cumplió uno de sus sueños al defender la camiseta albiazul en el retorno del Fútbol Femenino. El estudio de Profesorado en Educación Física la reencontró con la ciudad y la acercó a Gimnasia, su casa.

¿Cómo viste al equipo en estas dos primeras jornadas?

Lo vi bien, pero sé que puede estar mucho mejor. Recién van dos fechas, es poco y todavía queda mucho por trabajar.

Consiguieron dos triunfos “opuestos”, uno con goleada y otro de forma agónica. ¿Con cuál te quedas y por qué?

“¡Qué difícil! pero me quedo con el agónico. Primero porque fue nuestro primer partido de local en Estancia Chica y un sueño cumplido para muchas, estar en los vestuarios, salir por el túnel a la cancha 1 y ver el apoyo de los Triperos ahí fue muy lindo. Y segundo, porque sufrir un poco también está bueno, siempre y cuando terminemos ganando obviamente jaja. Triunfazo en casa, no hay comparación, fue hermoso”.

¿Qué objetivos se plantearon para esta temporada?

“El primer objetivo es sin dudas ascender. Haremos todo para conseguirlo, tenemos un gran plantel y un grupo humano hermoso. Con esas dos cosas podemos lograr grandes cosas”.

¿Cómo te sentiste usando la camiseta de Lobo y jugando en Estancia Chica ante un buen número de hinchas?

“Estaba muy nerviosa y ansiosa. No era solo un partido, jugábamos Estancia y con nuestra gente. Creo que todavía no soy consciente de que estoy cumpliendo el sueño que, cuando era chiquita y jugaba en la calle de mi casa, veía muy a lo lejos. Es realmente inexplicable, es el segundo partido que cuando me pongo la camiseta me miro en el espejo y digo ‘llegué’. No hay palabras, vestir la camiseta de Gimnasia es hermoso; estoy muy feliz”.

Sabemos de tu fanatismo por Gimnasia. ¿Cómo nació tu amor con el Club siendo de Pinamar?

“Mi abuelo era platense e hincha de Gimnasia. Cuando mi papá era chiquito se mudaron a Necochea, donde quedaron mis familiares. Por trabajo mis papás se mudaron a Pinamar, donde nací. Toda mi familia es tripera y estamos desparramados por Necochea y Pinamar. Cuando se enteraron que iba a jugar en el Club se pusieron felices; me apoyaron siempre y ahora más. Ellos saben lo que yo deseaba esto desde chiquita”.

¿Y tu pasión por el fútbol?

“Mi pasión por el fútbol empezó desde que tengo uso de razón. Me recuerdo de muy chiquita jugando con mis hermanos a la pelota, después me sumé con los chicos del barrio y no paré mas”.

¿Recordas la primera vez que fuiste a la cancha?

“Recuerdo poco porque era chiquita pero sí que fue un partido contra Banfield en el Bosque. Estaba muy feliz porque se lo venía pidiendo mucho a mi papa”.

Hace menos de un mes, junto al Futsal Femenino, fueron recibidas en el Club por Alicia Casamiquela y Lucía Romagnoli. ¿Con qué te quedas de esa charla?

“Me quedo con que hay que ser buena persona para ser buen deportista. Fue una charla muy linda que nos sirve a todas para poder crecer como personas y futbolistas.

Finalizar con, mente fría, corazón caliente y amor por Gimnasia fue hermoso”.

¿Qué te genera la importancia y el crecimiento que está teniendo el fútbol femenino en Gimnasia?

“Que Gimnasia le esté dando tanta importancia me pone muy contenta. Es muy difícil que los clubes lo hagan, hay mucha falta de interés y eso provoca que el fútbol femenino no pueda crecer.

Nosotras recién arrancamos y ya sentimos apoyo, desde la difusión que hacen por las redes sociales, que es importantísimo, invitarnos a charlas, hasta la ropa para jugar. Muchos clubes dan ropa usada por juveniles, con talles grandes y nosotras le sacamos la etiqueta a la ropa de juego. Si bien parece algo normal, para nosotras es muchísimo. Que nuestro club se esté portando de esta manera me llena de orgullo”.

¿Algún sueño con la camiseta de Gimnasia?

“Mi sueño es ascender y salir campeonas de la Primera A”.

Nota: Gonzalo Velazco – Colaborador.

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