Tras dos años en los que no se disputó la competencia, los Guerreros volverán a participar del torneo de eliminación directa. El partido ante Don Bosco será en la noche del martes en el predio del Docke.

Para este duelo, las realidades de cada uno son diferentes. El Mens Sana viene de igualar 3 a 3 con América del Sud en la máxima categoría y de no poder clasificar a la Copa de Oro por sólo dos puntos -ingresan los ocho mejores del país-. Por su parte, los de Ramos Mejía marchan últimos en la Segunda División del futsal nacional.

Más allá de eso, la Copa Argentina siempre se caracteriza por ser un certamen abierto a las sorpresas. El Lobo lo demostró en 2018, eliminando a Hebraica (Primera A) mientras jugaba en la C; y también lo sufrió, ya que en 2019 fue eliminado por Deportivo Riestra (Primera D), cuando competía en la B.

Vale mencionar que esta edición contará con la particularidad de que los equipos de categorías superiores ejercerán localía en los duelos de 32avos y 16avos de final. A partir de los 8vos, los partidos se jugarán en cancha neutral.

En el arranque de la competencia, el Lobo se medirá contra una institución que conoce muy bien de su recorrido por el ascenso con sólo un objetivo: avanzar de ronda.

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